La desinfección de las superficies y ambientes en la
industria alimentaria es fundamental para garantizar la inocuidad de los
alimentos, evitar que puedan causar toxiinfecciones alimentarias y conseguir
una mayor vida comercial del producto. Todos los equipos y utensilios de las
zonas de trabajo deben ser desinfectados para asegurar que se alcanzan unas
condiciones higiénicas suficientes para lograr este objetivo. Por ello, es
importante conocer las materias activas biocidas disponibles y los diferentes
productos formulados con ellas, así como sus características e idoneidad de
aplicación en cada caso concreto.
La acción biocida de los desinfectantes sobre las
superficies de la industria alimentaria está influida por numerosos factores,
como tiempo de contacto, temperatura de aplicación, concentración, tensión
superficial de la solución desinfectante, pH, número y localización de los
microorganismos o tipo de microorganismo objetivo. En la práctica, además de
los factores enumerados, también influye enormemente la eficacia de la fase de
limpieza previa, en la separación de la suciedad orgánica e inorgánica de las
superficies de trabajo que deben ser desinfectadas. La acción de los
detergentes debe conseguir la separación de la suciedad y de gran parte de los
microorganismos de las superficies.
El desinfectante tiene como objetivo atacar a los elementos
vitales del microorganismo, lograr su destrucción y, por tanto, causar la lisis
de la célula. En la industria alimentaria, debe conseguir la eliminación de los
microorganismos patógenos, y la reducción hasta niveles considerados aceptables
de los microorganismos alterantes.
La clasificación de los desinfectantes está basada,
esencialmente, en la materia activa biocida con la que se formulan:
· Hipocloritos
Los hipocloritos (lejías) son buenos desinfectantes para su uso en las instalaciones de alimentación, pues no son muy costosos y apenas dejan cloro o sabor si se utilizan de modo correcto. Su actividad antibacteriana es muy amplia y son así mismo activos contra algunas esporas bacterianas, propiedad de la que carecen la mayor parte de los desinfectantes. La lejía no debe aplicarse directamente porque es irritante y corrosiva, especialmente para los metales; tampoco debe mezclarse con productos amoniacales o ácidos, porque desprende gases tóxicos. El hipoclorito normalmente puede utilizarse en dilucciones que contengan de 100 a 200 mg de cloro disponible por litro. Cuando no pueda asegurarse la limpieza absoluta, se recomienda una dilucción de 100mg/l o más. Al igual que otros desinfectantes, pierden su eficacia en presencia de residuos orgánicos, lo cual demanda un correcto proceso previo de limpieza.
Los hipocloritos (lejías) son buenos desinfectantes para su uso en las instalaciones de alimentación, pues no son muy costosos y apenas dejan cloro o sabor si se utilizan de modo correcto. Su actividad antibacteriana es muy amplia y son así mismo activos contra algunas esporas bacterianas, propiedad de la que carecen la mayor parte de los desinfectantes. La lejía no debe aplicarse directamente porque es irritante y corrosiva, especialmente para los metales; tampoco debe mezclarse con productos amoniacales o ácidos, porque desprende gases tóxicos. El hipoclorito normalmente puede utilizarse en dilucciones que contengan de 100 a 200 mg de cloro disponible por litro. Cuando no pueda asegurarse la limpieza absoluta, se recomienda una dilucción de 100mg/l o más. Al igual que otros desinfectantes, pierden su eficacia en presencia de residuos orgánicos, lo cual demanda un correcto proceso previo de limpieza.
· Desinfectantes yodados
Se trata de desinfectantes a base de yodo
con un detergente generalmente ácido. Son menos eficaces contra las esporas que
los hipocloritos y además son más caros. Al igual que los clorados, pierden
eficacia en presencia de residuos orgánicos. Para superficies limpias se
requiere una solución de 25 ppm de yodo disponible. Tras su aplicación
requieren un enjuague a fondo puesto que también corroen los metales.
· Compuesto de amonio cuaternario
Los productos de reacción de las aminas
terciarias con haluros de alquilo se conocen con el nombre de sales de amonio
cuaternarios. Los compuestos de amonios cuaternarios son bactericidas,
fungicidas y virucidas. Su actividad la desarrollan tanto sobre el medio ácido
como alcalino, aunque en éste último muestra mejores acciones. Su eficacia
biocida se consigue por su capacidad de penetración en las membranas de los
microorganismos gracias a las cadenas carbonadas (hidrófobas). A través del
nitrógeno catiónico (hidrófilo) interaccionan con los fosfatos de los
fosfolípidos, causando la salida al exterior del material vital citoplasmático,
también inhiben la cadena respiratoria e inactivan enzimas celulares esenciales
para el crecimiento, produciendo la lisis celular.
Son menos eficaces contra las bacterias que los anteriores, las soluciones de estos desinfectantes se habrán de preparar cada día en recipientes limpios tratados por calor. Se dosifican a concentraciones máximas de 200 ppm, requiriendo dosis mayores cuando se utilizan aguas duras.
Son menos eficaces contra las bacterias que los anteriores, las soluciones de estos desinfectantes se habrán de preparar cada día en recipientes limpios tratados por calor. Se dosifican a concentraciones máximas de 200 ppm, requiriendo dosis mayores cuando se utilizan aguas duras.
· Tensioactivos anfótericos
El interés de los compuestos tensoactivos radica en
su carácter anfifílico. Una molécula es anfifílica cuando posee una doble
afinidad polar-no polar; es decir, en la presencia en una misma molécula de dos
o más grupos con propiedades antagónicas respecto de un mismo disolvente. Tienen
propiedades detergentes y bactericidas, son de escasa toxicidad, relativamente
no corrosivos, insaboros e inodoros, pero los inactiva la materia orgánica.
· Compuestos fenólicos
Tienen una actividad bacteriana de amplio espectro semejante a hipocloritos y compuestos yodados. La materia orgánica no los inactiva fácilmente, pero en cambio, si son inactivados por plásticos y caucho.
Tienen una actividad bacteriana de amplio espectro semejante a hipocloritos y compuestos yodados. La materia orgánica no los inactiva fácilmente, pero en cambio, si son inactivados por plásticos y caucho.
· Ácidos y álcalis fuertes
Las soluciones alcalinas y ácidas son
altamente bactericidas. Los ácidos orgánicos débiles, como el ácido láctico ejercen
un efecto mayor del que sería explicable por su pH: la presencia de moléculas
altamente permeables y no disociadas promueven la penetración del ácido en la
célula. La eficacia de los agentes ácidos y alcalinos está ligada a la
concentración de iones H+ y OH- . Los iones H+ destruyen los aminoácidos que
están enlazados con los ácidos nucleicos, modifican el pH citoplasmático y
precipitan las proteínas. Los iones OH saponifican los lípidos de la membrana,
ocasionando la destrucción de la estructura superficial. A pH elevados se
desorganiza la estructura de péptidoglucano y se produce la hidrólisis de los
nucleótidos.
Tras un tiempo de contacto adecuado, todas
las superficies que han sido desinfectadas deberán someterse a un proceso final
de enjuague con agua.
· Alcoholes
Sus principales características, además de las antimicrobianas, es la de ser buenos solventes de otros productos, entre ellos muchos antisépticos y desinfectantes, potenciándolos en su actividad. Al aumentar el número de carbonos se incrementa su eficacia antimicrobiana, pero también su toxicidad, por lo que sólo se emplean los de bajo peso molecular: etanol o alcohol etílico e isopropanol o alcohol isopropílico. La actividad depende de la concentración, pero su gráfica es una V invertida, por lo que el máximo de eficacia lo obtienen los que poseen una concentración entre el 60-80%.
Sus principales características, además de las antimicrobianas, es la de ser buenos solventes de otros productos, entre ellos muchos antisépticos y desinfectantes, potenciándolos en su actividad. Al aumentar el número de carbonos se incrementa su eficacia antimicrobiana, pero también su toxicidad, por lo que sólo se emplean los de bajo peso molecular: etanol o alcohol etílico e isopropanol o alcohol isopropílico. La actividad depende de la concentración, pero su gráfica es una V invertida, por lo que el máximo de eficacia lo obtienen los que poseen una concentración entre el 60-80%.
Biografía
- El uso de las sales de amonio cuaternario en la industria alimentaria. Orihuel, E. Alimentación equipos y tecnología. Octubre 1991.
- UNAM. AGENTES TENSOACTIVOS “ATA” O SURFACTANTES “S” Y SU APLICACIÓN INDUSTRIAL. Disponible en: http://depa.fquim.unam.mx/amyd/archivero/ata_10205.pdf
- Betelgueux. DESINFECTANTES UTILIZADOS EN LA INDUSTRIA ALIMENTARIA. Disponible en: http://www.betelgeux.es/images/files/Documentos/Articulo_boletin_Desinfectantes_y_Modo_de_accion_en_IIAA.pdf
Me gusta la forma en como se ingresa al blog y en cuanto a la informacion es clara , solo un poco más de imagenes la haría mejor.
ResponderBorrarMe agrado como fueron desarrollando los temas y como están integrados, solo no me gusta mucho el contraste del fondo del blog con la letra.
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